Muchos nos vemos inmersos en diferentes rutinas en nuestra cotidianidad, en este momento en donde las rutinas se han simplificado nos hemos dado cuenta del verdadero valor de las cosas, nos sentimos abrumados o por el contrario nos sentimos bloqueados creativamente a innovar y crear cosas diferentes. En este artículo te invito a que explores una nueva forma de vivir, en donde la pasión se crea desde la simplicidad de vivir.
Primero que todo hay que definir qué es el buen vivir, en mi percepción de mundo el buen vivir para mi es contar con las cosas base para poder sentirme tranquila en un espacio y con los demás. El buen vivir se basa en estar en contacto con el conocimiento interno de cada uno, ya que si eres consciente de lo que te hace sentir bien vas a poder construir una infraestructura que van a ser coherentes con esa percepción de mundo. El buen vivir para cada persona puede ser un concepto diferente y debemos respetar ese concepto si queremos vivir en un mundo justo y tranquilo, entendiendo los límites de cada uno y teniendo muchísima empatía. Cuando logras entenderte internamente también encuentras la magia de los instantes.
El instante es una fracción de lo que conocemos como tiempo en donde estamos realizando una acción en específica, no en todos los instantes se hace lo que amamos pero podemos encontrar la magia si enfocamos nuestra energía de forma correcta. Cuando estás realizando una acción “poco placentera” surgen muchos pensamientos como cascadas que hacen que te enfrasques en una percepción que a menudo, si es que no es en todos los casos, es errónea y esto hace que pierdas la pasión por vivir. Los factores externos terminan tomándose nuestra realidad y es allí cuando reaccionamos de una forma poco correcta con nosotros mismos, el entorno y los demás.
Entonces la invitación es enfocar la energía en el momento presente y lo positivo de la actividad, o momento que estés viviendo. Enfocar la energía como su nombre lo dice habla de crear la concentración idónea para que la actividad que desarrolles se vuelva algo que no suponga un esfuerzo innecesario. Cuando aprendes a vivir de esta manera la pasión vuelve por si sola.
A veces el entorno no es lo suficientemente inspirador para que la pasión sobreviva y es allí cuando debemos saber reconocer el cambio en nuestra vida. Cuando hablo de entorno no me refiero solamente en un espacio físico, un entorno lo permean muchos factores o personas que pueden hacer que me predisponga hacia una actitud positiva o negativa, esta predisposición afecta directamente nuestra emocionalidad y por ende nuestro bienestar, entonces el tomar una decisión de cambio es importante para que vivamos una vida más apasionada.
Soyate el momento, todos los momentos tienen su magia y nos enseña cuando nos sentimos frustrados y necesitamos más paciencia o también nos muestra caminos cuando descubrimos cosas nuevas, todas las actividades nos instruye o refuerza una parte de cada uno. Entonces no vale la pena volverse la vida maluca, intenta con 1 sola actividad y vas a ver que la pasión vuelve, y que las ideas empiezan de nuevo a florecer.
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